Cerrar el año y la promesa eterna de la vuelta al blog

Cerrar el año y la promesa eterna de la vuelta al blog

• 28 dic 2016

Un poquito caradura la tipa, "blogueó" 2 años igual: arrancando con energía, desapareciendo en abril y retomando en diciembre. Un horror. La peor blogger del universo. Y eso que tengo 8 millones de posteos escritos en mi mente. Lamentable, aún escribo "en mi mente" para el blog ¿cuándo se abandona el vicio?

La cosa es que si no cierro el año es peor, así que vengo con mi resumen anual. De verdad, este año necesitaría 24 fotos, porque hasta junio fue de una forma y luego de otra. Dos años en uno. Un verdadero privilegio porque, encima, fueron "dos" 2016 buenísimos y lograron el título de "el mejor año de mi vida". Espero que pronto sea opacado por 2017 ;-)

Y así narran estas fotos, una hermosa secuencia de felicidad, sueños cumplidos, metas realizadas y otras genialidades por el estilo.

Enero: mi cumple lo pasamos en Andino, los 4 solos compartiendo un picnic hermoso. Imposible empezarlo de mejor manera. Arrancábamos cautos porque las noticias políticas de dic/15 no eran las mejores para nosotros. Febrero: debíamos una visita a Los quirquinchos desde hacía 15 años, así que allá fuimos amiga e hijos a visitar a Dani y Lorenzo (este mes llegó Vittorio y supongo que ahí cerramos: 3 amigas, 3 familias tipo). Marzo: Emilio empezó sala de 4, ya están los dos escolarizados <3. Asistí a un workshop con Kelly Brown y tramitamos las visas para USA. Abril: muchísimo trabajo, en ese mes vendí 5 bodas (ya todas cubiertas y parte de ellas entregadas). Mayo: alquilamos y empezamos a trabajar en el estudio nuevo. Junio: viajamos con David a New York, todavía lo digo y no me lo creo. Aún no edité las fotos del viaje, así que ir viéndolas me ayuda a creérmelo. Julio: TITULARICÉ 20 horas docentes en escuela pública y creo que, después de 13 años de docencia, fue la alegría más grande de mi vida. Ese mismo mes, D renuncia a su trabajo en relación de dependencia. Agosto: dí cursos, cambié horarios, D empezó su proyecto personal, disfrutamos muchas horas en familia. Septiembre: Emilio cumplió 5 mientras intentábamos encontrarle el ritmo a nuestra nueva vida de papá en casa y mamá con horas docentes a la tarde. Octubre: nos dimos el gusto de celebrar Halloween en casa, qué tanto! Y ocurrió lo menos esperado: murió nuestro perro Moro, tristeza infinita y sin dudas, lo peor del año :( Noviembre: nos fuimos de vacaciones a Río de Janeiro con mi hermana mayor y nuestras familias, hermosa experiencia <3 Diciembre: Guille termina 3er. grado y nos despedimos de la Seño Laura, que los acompañó desde 1er. grado. La vamos a extrañar.

Me debo un par de relatos de este año. Sobre todo, ese que cuenta cómo nos decidimos a que D pudiera largar su laburo horrible en relación de dependencia. También, para ser rigurosos, me debo la historia de cómo pasé en 8 años de sacarle fotos a mi hija a tener un local a la calle que funciona como estudio fotográfico a todo pulmón y que es nuestra principal fuente de ingresos :). A veces, miro atrás y "no-te-lo-puedo-creer!". Pero pasó, de alguna manera extraña y maravillosa, así como me pasó todo lo malo, también me pasó todo lo bueno. Y lo quiero contar.